Danae
No salgas conmigo a la puerta;
de muchas noches conozco el camino.
No temas, esta vez no vendré a media noche,
te quiero ya fuera de mi Destino.
Yo he pasado por eso, así que entiendo lo que cuesta tomar la decisión de dejar a quien se ama. Es una decisión indescriptiblemente dolorosa. Pero cuando ya todo se ha intentado, cuando ya la venda del amor en los ojos no puede tapar la cruda realidad, eres tú o el otro, y más vale un dolor liberado que un dolor cautivo que nunca acabará y del que jamás escaparías. Tendrás tu dolor, pero al menos en paz, e irá siendo menor con el tiempo, hasta que vayas recuperando tu sonrisa y termines de asumir que fue lo mejor, lo único posible. Nadie, nadie cambia en lo esencial.
Un poema sentido, que obviamente me ha llegado. Aunque pienso que llegaría a cualquiera, aun no habiendo pasado por esa experiencia. Es intenso, querida Beth.
Un enorme beso.
19/11/11 03:11