Kc
Y tal vez si somos pacientes
nos encontremos tú y yo
allí donde el mar se rompe
furioso contra las rocas,
donde los caballos corren salvajes
y en una gruta escondida
a un santo que yace olvidado
le rezan, al caer la tarde,
unas cuantas devotas con velas prendidas.
Que hermoso tu poema todito me gusto pero me quedo con esta parte, muy lleno de esperanzas de tanto amor ¡herrmoso! me enamoras con tus poemas.
Besos.
13/04/12 05:04