Quiero desprenderme de ti,
olvidar tu olor, dejar de
sentir en mis labios tu sabor,
olvidarme de tus besos y lavar
tus huellas de mi corazón.
Pero tú sabes que eso es imposible
amor mío. Porque sería tan
difícil como que con la
lluvia de invierno no
creciese el río,
o que el mar se hiciese dulce
o que los versos dejasen de
tener sentido.
Para ti he nacido, amor,
antes aún de saberlo creo
que ya eras mío, como lo es
la lluvia del viento,
como al invierno pertenece el frío.
Y por eso no me conformo, y por ti
amor, sigo luchando
porque no hay espacio ni tiempo,
tan sólo un sentimiento
que mientras mi corazón
siga vivo no se habrá perdido.
Y aunque la soledad me
muerda los labios cada
noche y sea tan dura la espera,
el fuego seguirá encendido
para que cuando regreses, amor,
te tiendas a mi lado
y no sientas el frío.
Lo escribí hace ya varios días. Ahora no tiene ningún sentido Carlos. Ya es tan solo un poema. Pero ya no espero nada, tan solo poder dormir. Y marcharme de viaje en menos de una semana. Esas son mis esperas ahora mismo. Un beso