Hoy me has dejado
una caja de música
que me acompañe
en mi descanso.
Sabes que me cuesta dormirme
cuando tú estás lejos
y al extender la mano
sólo el vacío alcanzo.
Por eso te pido que
no te alejes mucho
y vuelvas pronto
a mi lado,
y que me cobijes
contra tu pecho
cuando mi cuerpo
necesite del tuyo
para lograr el reposo
que solo me dan tus manos
Que bello sentir el tuyo princesa, bajo la inspiración envolvente del percutir de ese cilindro sobre los dientes del peine que dan sonido a la caja de música... romántico, saludos y mi respeto.
No conozco un corazón que tenga arrugas querida beth! Y las canas... sólo son canas; apuesto que el que te ama observa más el brillo de tus ojos que esas canas que te preocupan. Yo así lo haría. Un beso! =)
Pues más le vale David, porque si no se va a enterar, te lo juro. Además, entre tú y yo, las canas...hay unas cosas fantásticas en la peluquería que te las quita todas