Pero es que, querida Susana, la Real Orden de las Perdularias existe. Somos unas cuantas amigas y compañeras de la Universidad y como la palabrita empecé yo a usarla porque era lo que me llamaba mi bisabuela cuando pensaba que no iba bien peinada ni vestida...pues tengo el honor de que me han nombrado Madre Abadesa. Ya ves...hacemos de todo, la verdad. Aunque lo que escribo es mezcla de realidad e imaginación. No quiero que alguna de las hermanas se enfade y que me cuelgue de los pulgares.
Seguiré con la historia, guapa. Un cariñoso abrazo
Excelentísima Madre Abadesa de la Real Orden de las Perdularias:
Me ha quedado muy claro lo que no hay que hacer si en alguna ocasión me encuentro con vosotras cantando en un promontorio junto a un monumento megalítico...
Cotidiano y entretenido, me gusta.
Un beso.
Esteban.
Ah, pero tú querido amigo no eres un cafre patibulario como esos así que no corres ningún peligro aunque nos encontremos. Un beso
Que placer leerte, que lindas reuniónes de las perdularias gracias por compartir lo que haces con tus hermanas me encánta lo de la oraciónes y el progreso que han visto en las diferentes áreas.
Un fuerte abrazo.
Gracias a ti KC, espero seguir contando nuestras historias, algunas reales y otras con una pizca de imaginación. Besos
No distingo la realidad de lo inventado en esta historia, lo que si es cierto es que, me ha divertido conocerla. ¡Cualquiera se mete con vosotras!
Adonais
Ah, no puedo desvelar algunos misterios porque mis Hermanas Perdularias me colgarían del palo mayor y me arrancarían la cabellera. Me alegro de que te haya gustado.
Oye, en el fondo somos buenas chicas, casi siempre. Un saludo muy cordial y perdulario.
Beth, me parece que sin saberlo yo también pertenezco a esa orden, y varias amigas mias también. Mis amigas y yo hemos recuperado el tiempo para nosotras ahora que los hijos van siendo mayores. Y nos juntamos a comer los viernes. Y lo que tu dices nos reimos, hablamos de todo, y de todos, y lo que te digo, mas o menos como vosotras.
Besos.
¿Ves? Al fin y al cabo las cosas pueden ser llamadas con muchos nombres, pero la vida es muy simple. Se trata de ayudar y compartir, lo bueno y lo malo. Un beso
Espero que esa patada aún les duela, Madre Abadesa. Que santas vale, pero tontas no.
Un texto que tiene la impronta de tu ingenio creativo para relatar lo inenarrable. Muy divertido y ameno.
Un enorme abrazo.
Ay Danae, creo que esas patadas deben de doler mucho, en lo físico y como merecida humillación, por cafres. Me alegro de que te haya gustado. Un beso
jjajaja me encantooo....!! q buenoo tener amigas asi de comprensivas y q a pesar de que los años pasen siguen estando a tu lado...la verdad q debe ser hermoso yo apenas estoy en el camino de cocechar buenas amistades ojala encuentre amigas como esas :)
Las amigas son lo mejor de la vida, Lucy, y lo que queda cuando todo lo demás falla. Te das cuenta a medida que cumples años. Los maridos, los amantes y los novios van y vienen, pero las buenas amigas se quedan
¡Qué gusto leerte, como siempre Beth!, me identifico con esos placeres que aunque parezcan pequeños nos llenan y reconfortan. Como buena colombiana, soy adicta al café en todas sus presentaciones y el cappuccino con esencia de vainilla es una de mis adicciones (confesables) me ha gustado lo de la tina, porque también recurro a ella con frecuencia para desconectarme, en fin que ya lo sabes, te lo había dicho, a veces te leo y me veo retratada. Me da risa lo de la orden de las perdularias, (algún día leí la explicación que le diste a Serge) me parece divertido y que tú seas la madre abadesa me divierte mas. Nos deberías contar más que se hace en ese grupo.
Te envío un fuerte abrazo