Entonces necesitará de los servicios del escudo de este caballero, que como debe recordar, fue nombrado por su alteza para servirle. Que sea el sentimiento más puro de amistad, quien al frente de la batalla, doblegue la soledad y le brinde la victoria a vuestro corazón que vale un reino y mucho más.
saludos, un beso y un enorme abrazo!
Lo recuerdo y desde luego lo acepto, con sumo grado además. Gracias amigo. El abrazo ahora mismo me viene muy bien, desde luego.
Un beso para ti
Que manera mas buena y elegante Beth de desahogarse
un fuerte abrazo
Antonio
Elegante no lo se, pero que representa una terapia, eso si que te lo puedo jurar. Un abrazo también para ti
Beth...!! que bonito, y que manera de "cerrar la puerta". Muy bien! un besito y bueno, esperamos mas perdularias eh? saludos
Si, guapa, ya tengo otro capítulo terminado. Mañana si sigo por estos lares lo pondré. Un beso
Muy bien, a ver si puedes hacerte fuerte y echar para siempre a la soledad.
A veces nos empeñamos en conseguir lo mas dificil y lejano y se nos pasa por alto lo que tenemos cerca. Algo así como aquello de si lloras por no poder ver el sol, las lágrimas te impedirán ver las estrellas.
Quizá la felicidad está mas cerca de ti de lo que crees.
Besos y ánimo.
La felicidad no creo que exista, tal vez los momentos felices, y esos van dentro de uno mismo. Solo hay que tener la fuerza para ser capaz de llegar a ellos. Paciencia, eso es lo que necesito y tengo muy poca, la verdad. Pero aprenderé a tenerla. Besos Asun
No sólo basta con escribirlo. ¿Como es eso de si sigo por estos lares? Llevas unos días muy desanimada y debes de saber que los comentarios negativos son pura telemática. Pueden hacerse con impunidad, pero no entres en ese juego. No te regocijes en lo negativo. La vida es vella y la soledad no existe si tienes amor propio. Somos solos, solos vivimos, aunque en la calle hayamos encontrado una compañia que nunca se sabe lo que durará. Cuando se acabe y mientras, seguimos siendo solos. Lo importanre es sentir la propia compañia y quererse y aceptarse independientemente de que los demás puedan pensar de ti. Disfruta de tu autonomía y el cariño de los demás vendrá por añadidura, más temprano que tarde. Espero que no te moleste el comentario para mí la soledad es un concepto distinto, es el vacio y no creo que tú estes vacía. Un saludo.
No, no me molesta Lumino. Nunca puede molestar lo que se dice de buena fe. Ahora mismo estoy bastante vacía, por diversos motivos que no vienen al caso, pero también se que no será para siempre. Todo pasa, simplemente hay que darle tiempo para que las heridas empiecen a cicatrizar. Cada cual llevamos nuestra alforja de vivencias a la espalda y hemos de aprender a vivir con ellas, lo cual no es fácil. Tengo una buena amiga que dice que en ocasiones cuando estamos mal necesitamos hacer como los cerdos y refocilarnos en el fango para limpiarnos, por raro que pueda parecer. Yo me he dado un tiempo, que ya se está acabando, para lamerme las heridas y refocilarme en la pena. Luego tocará salir a la superficie. Saludos y gracias
Beth preciosa, como no querer darte un abrazo y un beso en la frente y decirte niña bella, que bien que cerraste esa puerta. Yo voy a hacer lo mismo.
La soledad es buena compañera, nos enseña con infinita paciencia; de amores, de dioses, de la amistad, del abrigo, del valor de una familia y en sí de la compañía, y nos brinda todo lo que al amor le es imposible hacernos entender. Tal vez si a ese sentimiento le diéramos más respeto y un lugar digno dentro de nuestra vida, no nos costaría tanto trabajo convivir con ella.
Buenos días.
Hay distintos tipos de soledad, creo. Cuando es buscada resulta una maravilla, cuando fallan personas importantes, y no hablo solo del amor de una pareja, puede ser bastante mala. Pero de todos modos, si, la paciencia es la manera de atajarla. Saludos
La inspiración, si la hay, Democles, surge a veces del amor y la alegría, y en otras ocasiones precisamente de todo lo contrario. Nace y nada más. Un abrazo de buenos días
http://www.elrinconletrasperdidas.blogspot.com.es/2012/05/la-soledad.html