Llueve desde dentro, amor,
y mis manos te extrañan,
mi sonrisa te echa de menos.
Quiero de nuevo tu risa
en mi pelo, quiero caminar
a tu lado, me faltan tus besos.
La música se ha ido,
la noche se ha quedado callada
y sin embargo amor,
aquí no habita el Olvido,
no es la Nada.
Te siento a mi lado,
te palpo, te huelo;
estás presente en cada palabra
no dicha, dentro de mi corazón,
formas parte de mi anhelo.
Te sueño cuando me acuesto,
te hablo cuando abrazo la almohada,
te noto siempre a mi lado,
te has quedado en mi mirada.
Te veo cuando camino,
te siento cuando pienso,
eres cada verso que escribo,
tus ojos son mi universo.
Por eso, amor, eres mi paraíso,
mi refugio certero,
el espejo en que me miro,
la mano que protege mi sueño.
Que hermoso poema.
Hera.