Me llegan aromas de
leña, de manzana,
azúcar y canela.
Aromas de una vida
nueva entretejida
de luna y madreperlas.
Siento tu calor en
mis venas y mi
sangre se agolpa
de repente, latiendo
junto a tu corazón,
lavándote el alma
de todas las penas.
Te alimentas de mi sangre
igual que el niño
bebe de los pechos de su madre;
te ofrezco mi vida
entera, mi ser y mi carne
para que vivas en mi
para siempre y sigamos
latiendo juntos,amorosamente
Canela, cuanta canela tienen tus poemas. Beth..sigue, y quiero ver a las perdularias pronto! Necesitamos reirnos un poco con ellas verdad? Venga..Un besito
Beth:
Amita querida, esas manzanas se ven deliciosas. La terneza con que tejes tus letras me deja el corazón conmovido.
Me parece amita que convertiste el beber por deber.