Los corazones puros
no humillan
al vencido,
ni se recrean en
el vano triunfo
de una noche
indigna.
Los valientes no
se amilanan
ante el dolor y
la crueldad, ni esperan
muestras de agradecimiento
y aplausos vanos.
Los justos no
gozan de su triunfo
atacando con saña
al que resulta vencido.
No esperes que te
cubra de gloria
ni te regale una
estrella dorada
para colgar en
tu inhóspita morada.
Gracias, y tú eres demasiado amable, porque la palabra escritora a mi me viene grande. Me gusta escribir las cosas que siento, quizá porque nunca me atrevería a decirlas
Un poema que muestra que la verdadera gloria está en la ausencia de vanagloria. y que hay quien cubre de gloria lo que debería cubrir de vergüenza, como es la crueldad.
Muy bien expresado, y lírico, Beth.
Un abrazo, corazón