Quiero beberte, amor,
beberte a pequeños sorbos,
que me resbales por la
garganta gota a gota,
como el agua que refresca,
como el deseo que no
se agota.
Quiero que tú me sacies
como lo hace la
lluvia con la tierra seca,
de la que ya nada brota.
Quiero que tú me riegues
amor, para que de mi
carne nazca el trigo
cuajado de amapolas.
Mójame con tu deseo,
pon el agua en mi boca,
sacia mi sed eterna
y no pares hasta que veas
que otra vez de mi
la vida brota.
Beth, bello y siempre rozando la agonía. La sed insaciable nunca se agota, y yo pienso que la causa es que nadie , ningún ser tiene la capacidad de aplacar los deseos totales del otro, porque es imposible ser iguales, porquees imposible tener la misma sed...porque somos humanos.
Besos