Puedo vestirme de negro,
de azul o de rojo,
cambiar el color
del pelo, hasta variar
la sombra de ojos.
Seré cada día una
mujer diferente,
pero lo cierto es que
cuando me saque
la máscara, mi
corazón seguirá herido
con el dolor de perderte.
Me cambiaré mil veces
de nombre,
probaré un perfume
tras otro,
pero allá en lo
hondo de mi alma
reconoceré que en mi
vive el mismo dolor
de siempre; el de
despertar cada mañana
y no tenerte
Esto lo he escrito ayer Asun. En un dia las cosas pueden cambiar, para bien o para mal. Igual ha habido pequeños cambios en la línea deseada, ya iremos viendo. Gracias por tu presencia. Un beso enorme
Sí tienes razón, pero yo veo una mujer diferente... una mujer valiente que a pesar de todas las flaquezas no se detiene... o me equivoco? no lo creo amiga... no lo creo...
No puedo detenerme aunque quiera, querido David. La vida siempre nos empuja para que sigamos adelante, aún cojeando, trastabillando,dudando, hay que seguir. Un beso