Todas las cosas llegan
cuando tienen que llegar,
quizá por eso es vano
que pene ahora por cosas
que ni tú ni yo podremos
en manera alguna evitar.
De paciencia intento
vestirme cada mañana
y me pongo zapatos
teñidos de verde esperanza
para ir cada día en tu busca
y traer el amor bajo tu ventana.
Me cubro de sueños azules
y te regalo una mirada
de amor infinito que
te lleve, por breves momentos,
a pensar en una vida nueva
donde hallemos nuestro sitio
Beth los vestidos de paciencia se venden muy caros.
Y eso que yo también me voy convenciendo cada vez mas de que todo llega cuando tiene que llegar.
Besos.