Tibu3
A veces los miedos y la frustración acaban por tumbarnos y nos dan la sensación de impotencia más intensa que nadie pueda imaginar. A veces, y solo a veces, esa impotencia se convierte en un lastre que realmente nos impida actuar y avanzar. La mayoría de las veces, y no digo todas pero si casi todas, el camino ni se acaba en acantilado ni nada nos tiene que detener. Y tu, querida amiga, puedes aguantar esto y más.
Nunca te rindas y nunca desesperes porque se que no eres de esas, se que siempre puedes sonreír, que siempre te queda un ápice de esperanza y se que si algún día eso se acaba ahí estaré esperándote en la puerta para ayudarte.
Sonríe porque se que tienes una de las sonrisas más bonitas que he visto y espero que se la muestres al mundo.
Fdo. Un loco que te quiere
28/03/13 11:03