La soledad de tu piel,
el calor de tus labios nuevos,
la ternura de tu voz,
los juegos a los que no juegas,
y las nubes de abril
sobre tu barrio antiguo,
me hablan,
a veces,
de ti.
GRacias José y Norah, fue una improvisación regalada a una amiga que hablaba en una radio de internet, se reía mucho, le echaba pasión y ganas. La radio ya no se oye.Ella se llama Asgaya