COHEN EN OCTUBRE
AZUL
melancólico astur,
primeros y entrañables fríos,
el corazón abierto, entregado.
Recuerdos de lejana adolescencia:
vinilo enamoradizo,
barras del incienso aquel,
Pink Floyd, Genesis, Rolling
todos rodeando
el viejo sofá de mi habitación primaria.
Algo, no sé, NO SÉ
volvió a mi piel
al espacio vivo entre yo y mi cazadora.
A mi imaginario
A mí EVOCADO PRESENTE,
Y a los cambios que se suceden,
Los que veo y los que no.
Así es,
la noche-vieja de octubre
se inflamó de gris-azul norteño,
de voces ya nacidas tiernas.
MONTREAL la ciudad amada ya pateada,
versiones astures
silencio vivido
silencio CALMO.
En estos días amables
la ciudad del norte,
embelesada de si,
y con Clarín paseando
para bien y para mal,
emergió cosmopolita,
con la conciencia expandida
de otro hijo bajo el ala
en música no sopera.
Un sombrero de elegancia
y la voz amable y ronca
de quien todo lo vivió
entre Manhatan, Berlín
Y en estos días terribles,
Oviedo.
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BLUESS. 21-10.1011
Un sombrero de elegancia
y la voz amable y ronca
de quien todo lo vivió
entre Manhatan, Berlín
Y en estos días terribles,
Oviedo.
Sí, querido Blues. Tuve el placer de escuchar sus palabras de fluída improvisación en la gala de entrega de los Premios Príncipe de Asturias, por TVE. Y sin duda, aún le queda mucho, mucho que contarnos, que cantarnos, que emocionarnos.
Emotivo poema, hermosamente expresado, y expresa tanto ...
Un enorme abrazo, corazón.