M. nació en una ciudad tranquila, suave,A1 era una población dulcemente modorra en su costumbrismo. La influencia de Acuario acunó su alma y se lo llevó cerca, a otra ciudad amada, A2 , un poco más urbana y transitada. En ninguan de las dos reinaba el mar, eso sí sus ríos eran poderosos.

M. volvía con frecuencia a visitar A1 en sus primeros años. En A2 vivió tardes rosadas, literalmente. Las piedras volaban de la mano a la cabeza de otros amigos,las famosas "dreas".

A1 estaba llena de primos, envuelta en el inconfundible olor de la casita de sus abuelos y las mañanas frescas y limpias que alimentaban, divinamente, su joven corazón.

Por la Calle Mayor de A1, que para sí quisera Bardem, M. se dio un rodillazo en la rodilla con un carrito de niño. Antes de subir el cabreo a su cabeza le atracaron los ojos inmensamente verdes de un bebé C., una niña que sonreía con el percance.

C. se dejaba llevar, sus hermanos , que eran legión, competían por empujar la sillita. En un principio C. se deivertía con su gran familia, la protección sobrada y los besos rebasados inundaron la piel de C., tal vez en e®xceso.

Para M. la vida transucurría con los inevitables angustias y alegrias eternas de tantas mañanas de verano. su adolescencia fue inquieta, rica en matices, descubriendo a Pandora y su famosa caja. Un nuevo país nacía antes la atenta mirada de M. Recuerda un concierto, de una gran estrella del rock, enla plaza de A2, nunca olvidará la fuerza de los rifs de guitarra, las parejas metiéndoes mano sin parar por todas las esquinas de su piel, el dulce olor a hachis que en ocasiones poblaba el aire y mil sensaciones más de su primer macroconcierto. C. niña espabilada, estaba en le mismo concierto, uno de sus "pesados" hermanos la llevó. C. bailaba sola ante la multitud, se comió la noche entera sin saberlo.

Los años pasaban, C y M estudiaron. C se casó pronto con H y a lospocos años nació Y, tan guapa y lista comnosu madre. todo transcurría en esos años con una agridulce normalidad, y algún difuminado deseo de huir de algo, C no sabía de qué, a pesar de ser una joven de ideas claras y contundentes. C nunca entendió eso de las medias tintas. Su carácter fuerte atesoraba kilos y kilos de dulzura, que solo compartía con su hija y algunos de sus amigos verano-azul sin bici.

M estudió y estudió, se divirtió y se divirtió.El ansia era su compañera más tiempo del deseado. El a mor llamó a su casa varias veces, pero él no acababa de abrir sus puertas de par en par. Viajó mucho, trabajó en varias ciudades: Z, M de la que se enamoró de por vida, L, O,etc.

Unas vacaciones de Semana Santa en A1, M con su pachuli a cuestas fumaba sus porros en el Mesón del Río. C probaba sus primeras caladas al fondo de la barra, loque le producía muha hambre.

C terminó por romper con H. dolió lo necesario, pero fue civilizado.En este caso no siguió la costumbre de la época, esa maldita manía de estar años apuñalándose uno a otro, por supuesto por los niños. No Cy H lo hiiceron bien, esta vez sí.



M comenzó a pintar, priemro bocetos, después carboncillos y terminó con acrílicos y óleos, al principio sus trazos eran torpes, el tiempo le fue ayudandoa crear su estilo, entre el subrrealismo, y paradojicamente, el hiperrelalismo.Expuso en varias galerias de conocidos, hasta le concedieron unpremio regional de pintura.

C siempre gustó de hacer juegos de colores, tenía mano con el pincel. Nunca mostró sus pequeños cuadros, sólouno de sus hermanos sabía de su talento.

Tarde de ferragosto, el calor hasta las entrañas. Exposción colectiva, nocturna. Cy M volvieron a tropezar. Tenían sus cuadros juntos. Uno,más serio, otro parecía muy vital. El Somontano se derramo en el vestidito nuevo de C. Ya iba a rebelarse cuando los ojazos de C chocaron violentamente con los abiertos ojos claros de M. El cohete estalló, la ignición y el despegue fue de vértigo.

C y M lo sumaron todo, sus piernas se enredaban sin fin una noche tras otra. La pintura flía de sus manos a borbotones, creando un cuadro impresionista en el que dominaba un tono entre dorado y rojizo y un azul cobalto que enamoraba a M.

Trasa unos ajustes técnicos inevitables y superados, C reseteó su vida, M comenzó a vivir el sentido de la suya, el de verdad. Buscaron en todos los mapas su lugar soñado, su lugar en el mundo. Aparcaron A! y A2 y decidieron seguir sus días en una mediana ciudad con mucha luz, mar y montaña, tranquilo, amable sobre todo.

M y C pintaban y pintaban. Se amaban in crescendo entre Bach y Yamagata. Ella consiguó captar la nube perfecta, el acabo pintando el sol más nítido y hermnoso. La vida les sonreía casi todos los días,ya era hora, ya.

Y con colorines colorados este cuento sigue susurrando sus secretos en la ciudad buscada.

® BLUESS. 26-4-2013

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2 Comentarios

• 

  Asun

  Vaya yo también acabo de subir un cuento. Pero no se parece en nada al tuyo. El tuyo me ha encantado, un amor con los pinceles y los colores de por medio me parece ideal.
  Me dejas intrigada con las iniciales, C, M, y demás personajes.
  Muy original, gracias por compartirlo, y ahora me voy a cenar.
  Besos

  26/04/13 10:04

• 

  Bluess

  HOLA Asun, lo de las iniciales no es ningún misterio, lo leí en P. Auster y me gustó. de hecho yo soy José, y no aparece ninguna J.,jeje. M sí es Madrid, que sé que te gustará.
  esta página va muy mal, se publica muy poco y creo que casi no se comenta. Será la crisis? lo digo en serio, porque la web es gratis. Se le pasaría el momento ,sigo entrando pero con este ambiente, en fin.
  Besinos Asun, te acabo de ver en tusrelatos.com donde llevo dos meses y se mueve más que esta, lo de comentar también les cuesta jeje.Nada , habrá que ir haciendo amiguitos en le recreo,jeje

  27/04/13 06:04