Escuché el eco de una voz en las colinas,
Se parecía a la mía, pero no era posible.
Jamás atravesé esas montañas,
Jamás llegué a la cima..
Y aun asi, mi voz me gritaba desde las alturas.
Como pudo ser?
Que parte de mi voló hasta alli?
Pudo ser la decision de avanzar,
Quizas tambien la eterna opcion, huir
Fueron ellas? O quiza ni siquiera era yo?
El miedo me hizo retroceder dos pasos,
Y esa voz volvio a sonar..
Sí, era yo.. ya no habia dudas, fue mi voz
Y avance.. dos pasos hacia adelante, uno atrás..
Con miedo, con fuerza, mas que nada, con curiosidad.
Nunca pude discernir las palabras del eco,
Jamás averigüe lo que me quiso decir,
En mi costosa ascension solo escuchaba ese murmullo incesante
Y el ruido de las piedras al precipitarse al vacío.
Debia seguir mi camino.
Cuanto mas escalaba, mas ligero era el eco,
Cuanto mas me costaba respirar, mas se convertia en un siseo.
Cuanto mas cerca de la cima me encontraba,
Mas lejano se hallaba el rumor .
Una vez en la cima, comprendi.
Era mi voz la que oia,
Fue el eco de mis palabras las que escuche,
Fue el resonar de mi alma el que me llevo a la cima
Fue el crepitar de mi voz quien me las hizo comprender:
Adelante, sube, nunca, jamás, temas la caída.
Me ha gustado hasta el titulo
Un abrazo
Antonio