Desde que tome tu mano ese primer día,
desde que vi por primera vez tu sonrisa,
desde que mis manos abrazaron tu cintura,
desde entonces supe que te amaría toda
mi vida.

Desde que mi mirada llena de emociones
evadía tus pupilas, de buscar con mis labios
tus mejillas y poder recorrer las calles juntos,
desde ahí ya sabía que tu eras mi vida.

Así, sin nada escrito ni promesa, ni palabra
comprometida, desde siempre fui seguro
que eres la mujer de mi vida, a pesar del
tiempo, de lo cerca o lo lejos que has estado,
de las noches que tu nombre esta en mis labios,
a pesar de todo eso, te suplico que
no sueltes mi mano.

Y si en las mañanas tu nombre me despierta con
una sonrisa, y por las noches tus brazos me cobijan,
no importa cuanto haya pasado, si estuvimos
lejos, si alguna vez lloramos, hoy te ofrezco
mis brazos en señal de que te amo.

Te amare a pesar de todo; de la distancia, del tiempo,
de mis temores y mis arrebatos, te amare porque
mi corazón se quedo a tu lado, porque su lugar
esta entre tus manos.

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