Sorbiendo el vaho
que empaña la injusticia,
se siente la carne importante.
Por encima, de reojo,
sin malgastar miedo y saliva,
con fiereza.
Se impone el gesto
de la inútil prepotencia.
Ufff... que expresividad en tan pocas letras.
Bravo Antonio, me lo guardo y me lo aprendo quizá lo recite un día, con tu permiso claro.
Un abrazo.
10/08/18 05:08