Heridas que dejan hondas huellas casi imborrables
Que con el tiempo la cicatrización es lenta y ocasionalmente
Aun sangran y se rasga la piel del recuerdo en el corazón
Exudando lágrimas que a su paso cauterizan los anhelos
Revertiendo el sufrimiento en un dolor aun más
profundo
Que penetra los huesos y seca la respiración
vacilante
Evaporando la reencarnación misma del amor y la
pasión
En gotas ácidas que se difuminan al arrojarse al
vacío
