La noche transcurre y mis temores se avivan,
En sinfonía lúgubre pienso que te fuiste sin mí.
La memoria me traiciona y encubre mis faltas
Mientras suplico ante las sombras que regreses a mí
La oscuridad me dice que mi soledad me acompaña
Y el cuadro que pinté para ti se quedó sin terminar.
El vino se acabo y no hay sangre que beber si no estas
no hay quien me atormente con ese mirar que asedia mi ser
El humo se esparció y la habitación sigue impregnada a ti
Me fumo mi dolor y los labios agrietados gritan tu nombre.
El viento no entra porque tiene miedo y las estrellas en el
Firmamento se escondieron tras la luna que brilla solo para sí
El viejo piano sigue sonando y el preludio nunca terminará
Es la canción que te gustaba y que enmarca mi desesperación,
Es nuestra sinfonía de amor que se suspende en el teatro
donde nunca se escuchó, solo dentro de mi corazón.