Así sin tanto alardear muérdeme un labio y dime que me amas
Mientras retozamos en la cama después de la batalla
Después de haber entregado el corazón en ardiente lucha
Cuerpo a cuerpo donde no hubo vencedor ni vencido
Porque ambos ganamos dándolo todo sin contemplaciones
Entonces así abrazados y saboreándonos te diré que te amo
Que me vuelves loco estando cerca de ti así como ahorita
Entrelazados y sin saber cuando nos soltaremos, porque tus ojos
No me pueden engañar y los míos hace rato me delataron
Y te gritaron que me encantas y que te necesito como tu a mi
Que esta noche solo sea el principio de las mil y una que pasemos juntos
Y al amanecer tomaremos té y un panecillo remojando una rica plática
Para levantarnos después y emprender la aventura de andar tomados
De la mano por las calles frías y húmedas, como la humedad de nuestros
Besos y la frialdad del vidrio de la ventana que tocó tu espalda anoche