Siguiendo el límite de tu intrépida vida
Rebuscas en lo perdido de lo que has dejado
Intentas un reencuentro sin sentido anhelado
Y vuelcas tu deseo en pos de lo inevitable
Así susurras a gritos cuando la noche te acaricia
Con sus envenenados dardos que te hieren tanto
Y tú aun después de eso sigues implorando en vano
Que la maldición que te ha caído se desvanezca rápido
Ruegas y extiendes tus manos al viento que se entrega
En la oscuridad de tus apesadumbrados vuelcos
Como cuando te dejabas caer en vuelo franco
Sin importarte si había piso, dolor, sangre o llanto
¿Y que mas da un trago mas? si como quiera ya
el fondo has tocado, si el humo que hacia un rato
calaba hondo, ya no mas te eleva por el aire claro
¿y que mas da una lágrima mas? si ya tus ojos se han secado.