TusTextos

Tu Sonrisa por mi Vida

Me alojo en tu sonrisa y mi corazón hace las pases con la vida.

Busco encontrarte en cualquier esquina de la ciudad, pero te encuentro en cada resquicio de las palabras. Ya no se si puedo huir del maleficio, escapar de estos sueños locos que nunca se concilian al dormir. El café se volvió a enfriar, las ideas no paran de esconderse y la tinta se vuelve espesa a la hora de escribir.

¿Habrá oportunidades que no me esquiven? Porque quiero hacer un pacto con tus ojos, quiero regalarte un verso, recibir una rima, dibujarte un beso a oscuras y que tu sonrisa ilumine el rincón de lo que alguna vez fue olvidado. Me mueves el planeta, me llevas a lugares que jamás conoceré si te miro directo a esos ojos de paz. Eres mi alcatraz, voy ideando huidas improvisadas hacia lo profundo de tu cuerpo.

Que locura el titubeo de mis manos para escribir. Hay tantas faltas de ortografías del alma al corazón, tantos mal entendidos entre el amor y la razón. Secuencias que se repiten en negativo y sepia al mismo tiempo, porque aprendo todos los días lo que siempre trato de olvidar.

Mucho bienestar produciendo malestar en un corto plazo. Se confunden los cariños con las promesas de un pasado ya oxidado y los te quieros empiezan a formar el estandarte para seguir de pie.

Tomé deprisa la decisión que se tomaba con hielo, patiné, me mostraron cuantos gestos esconden doble cara. Un papel me está salvando la conciencia y machando el corazón. Ese viento perspicaz ya no pasa a mi ventana. Se fueron olvidando los detalles, se fueron olvidando, nos fuimos olvidando.

Y así cayó mi castillo de ilusiones, dejando poesías tristes, lluvias de sentimientos, aromas de recuerdos.

Sé donde sale el sol, también por donde saluda la luna por las noches, sé cual es el sur pero no cual es mi norte, sé de barcos pero nunca supe de tus motines. Aprendo a cada paso que doy, a cada latido del corazón, a cada te quiero que le gana la respiración. Si supiera como aprender a mirarte sin enamorarme, supongo que dejaría de aprender, es ahí, en ese preciso instante donde sabré que mi vida ya no tiene sentido.

Hay lagrimas que no tiene que secarse, porque son las preguntas que se responden cuando se vuelve a sonreír. Quiero que me abreces en pasado, para amarte en presente, para no extrañarte en futuro.

Si me lees y sonríes o haces una mueca dispareja, estoy cumpliendo mi motivo de vivir, que es cuidarte a la distancia, abrazarte con palabras, amarte con el corazón de papel.



- ¿Por qué sonríes cada vez que me besas?
+ Porque me haces cosquillas al corazón.
Cafefrioenpapel01 de agosto de 2015

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