Que la vida se pasa, que el tiempo se me escapa, que las palabras se me enredan y que tú no estás.
Que no quería esto, no de nuevo y no sin ti, que tu no estás aquí porque no debes estarlo, que si los caminos no se cruzan es porque era eso lo indicado, porque el destino así lo quiso porque es él el que hace simplemente lo que es preciso.
Que el dolor que no he sentido se me hace recuerdo, que los sentimientos debieron quedar como estaban: dormidos. Que si algo sentí antes, no me acuerdo y que si algo siento ahora... mañana no quiero acordarme.
Que en un par de meses tus ojos ocultos tras esos cristales no serán más que una bella mirada que recordar y que los sentimientos que en mí causan esos ojos que esquivan mi mirada no serán más que un absurdo que debo y tengo que borrar.
Que lo más absurdo de todo es que esté aquí, escribiendo algo para ti que nunca leerás, que no te conozco y que no te conoceré, que morderé y destruiré todas mis ganas de abrazarte y decirte que estoy aquí para ti...
...Que en un mes ya no te veré nunca más y que en un abrir y cerrar de ojos el sueño se acabará y la esperanza se destruirá, y muy probablemente también, el corazón, otra vez, se romperá.
Camila muy emotivo texto. Parece una carta de las que nunca se envían, pero hay que escribirlas porque nos queman por dentro.
Quizá ese destino escrito se pueda cambiar.
Saludos
