Caen aquellos que no pudieron soñar,
caen los tormentos aplastantes,
caen las crisálidas para abrir paso a volar,
caen en el olvido aquellos amantes.
Caen todos los miedos que empezaron a sobrar,
caen las melancolías evidentes en las mentes,
caen las opresiones del capataz,
caen aquellas personas corrientes,
caen las incertidumbres al mañana,
caen las palomas para entregarnos la paz,
caen las ganas de tirarse por la ventana.
Caen las batallas con cobardía,
caen como la lluvia las inseguridades,
caen al amanecer las caricias de tus manos frías,
caen desplomadas nuestras verdades.
Caen todos los olvidos de aquellos amores,
caen los primeros copos de humillación,
caen indiferentes todos los rencores,
caen todos los que son de su condición.