No te cortaré las alas, porque me enamoré de ellas.
No te cerraré los ojos para que no mires a nadie más, porque adoro cuando miras al resto y me dices: no te encuentro en ningún otro lugar.
No te robaré el deseo porque quiero que desees al resto, para que luego vengas, diciendo: eres tú lo que quiero.
No te robaré los sentimientos porque quiero que sientas a muchos, y exclames entre suspiros: termino sintiéndote a ti en cada uno de ellos.
No secuestraré tus pensamientos porque quiero que pienses a todo el mundo y acabes divagando: es a ti a quien más disfruto pensando.
No poseeré tu cuerpo porque quiero que otros lo disfruten y tengas muchas experiencias para que me sientas en todas ellas.
Pero, sobre todo, no quiero que sea mío tu corazón. Porque para mí ese es tu mayor valor: que lo abras aunque mío no sea, que me dejes sentirlo aunque nunca lo posea.