Presa de un recuerdo,
Marioneta de la nostalgia
Amante del sufrimiento
Esclava de una mirada
Víctima de un secuestro
Cuchillos grabando en el alma
Soga que se aferra al cuello,
Escupiendo por la boca la calma
Un carcelero llamado miedo
Un ama de llaves de nombre desesperanza
Una prisión hecha de hielo
Donde no penetra ni el calor ni la confianza
Prisionera de ojos llorosos
Mirando hacia el exterior, exhalando tristeza
Extiende la mano para tocar a los otros
Pero no puede, el carcelero siempre la frena
Los días, las horas y los momentos pasan
Mientras ella está encerrada
Los demás se respiran, disfrutan y aman
Y ella sigue a un recuerdo aferrada
Tirada en la celda, mirando hacia al techo
Las últimas lágrimas caen por sus mejillas
Siente que para librarse ha de abrir su pecho
Y usar su corazón para encontrar una salida
Con el corazón en la mano
Y mirando al miedo de frente
Abre la puerta que la ha encerrado
Actuando por fin tal como siente
Todo el hielo de alrededor se va fundiendo
Abriéndose una puerta hacia el exterior
Mostrando lo que se ha estado perdiendo
Pero ahora sabe que por fin podrá vivir con el corazón
Calidez infinita, al ver otros rostros
Encontrándose con esos ojos que la harán de nuevo temblar
Ofreciendo lo suyo a los otros
Que ese es el mejor camino para cambiar
Mirando al cielo, una gran luz se le ofrece
Una sonrisa atravesando su cara
Leyendo lo que parece
Una verdad esperada
Sintiéndola en su pecho:
el amor es el único regalo
Que ofreciéndolo se multiplica
Y que escondiéndolo se marchita
