A veces necesito saber que aun sigues vivo, que tu silencio tan solo es una pausa breve en medio de un largo tiempo irregular en el que intentas seguir tu propia vida, sin necesitar el llanto de los desconocidos a través de ti.
Pero sé que eso es una mentira, y aunque intento entrometerme en la necesidad de tu propia cercanía, inicio la sucesión de mis pasos, heredando el motivo de tu huída.
Mi necesidad es tan solo, tu amargura, tu risa y la sensación de tu vida arroyando el mundo, y dejándolo por un único instante, sin aliento. Que tú corazón siga latiendo a un ritmo acelerado, me bastaría.
Te ocultas bajo una sábana de terror desquiciada por el tiempo, mientras tu fragancia aún desprende olor a nueva, no sabes a lo que te enfrentas, pero sigues enfundado en tu propia decisión. Ahora cambias el orden de lo irreversible, y desapareces en la profundidad.
Y lo que siento es un vacio que me derrumba, fruto de tu ausencia, las lágrimas de la discordia te han adjuntado la burda ignorancia haciendo que los minutos que has pasado con ella, te hayan hecho ver la luz que no debías sentir.
Ya no puedes luchar por escapar de esa nube de soledad que intenta llevarte a otro extremo desconocido, porque ya has dicho Adiós, sin darte cuenta.
A veces preciso decirte cuanto te necesito, pero ya no puedes escucharme.

CatherinelauraSeguir Autor Recomendar Texto Agregar a Favoritos