La Primera Batalla. Cap. 1.
Allí me encontraba totalmente solo, indefenso, aturdido. Mis contrincantes parecían estar casi igual o peor que yo.
Se escuchaba la primera llamada de atención de las cuatro que aun quedaban. Cada llamada me sentía aun peor, pensando que de aquí solo saldría un ganador; y ese si o si tendría que ser yo.
Pensaba en mi familia, en le lujo que tendrían si yo ganase esta batalla; la chica que tanto me gustaba Elisabeth cuyo hermano esta situado en la jaula de mi derecha. El también combatía.
Sonó la quinta llamada abriendo las puertas de las jaulas y dejando caer delante de nosotros un arma y una pequeña mochila con provisiones básicas. Mi arma era un libro, un estúpido he insignificante libro. Entonces me sentí totalmente indefenso sin saber que hacer. No tenia nada para defenderme y veía como mis enemigos iban arrasando con los mas indefensos a los cuales lo dejaban muertos y sin nada de ropa.
Al ver lo sucedido pensé 'He de robar algo, pues así podre sobrevivir.'. Entonces vi que mientras dos peleaban a muerte dejaban tras de si una especie de guadaña la cual cogí lo mas rápido posible y salí corriendo adentrándome en un bosque sombrío.
La cabeza solo me daba vueltas, pero tenia que calmarme y pensar un plan si quería salir de allí con vida. Entre en una cueva pequeña donde pase la noche mas inquieta de mi vida. Se escuchaban gritos, pasos, espadas en combate y llantos de gente indefensa que no quería morir.
El primer rayo de luz del día fue mi motivación para avanzar en busca de un poco de agua. Notaba el ruido del agua correr, sabia que un río estaba cerca. Veía como la maleza me iba abriendo paso hasta llegar a las orillas de aquel milagro natural. Al empezar a beber vi como el agua tenia un tono rojizo, empece a caminar río arriba. Allí estaba el hermano de Elisabeth, estaba tirado con medio cuerpo dentro del agua, fui corriendo a socorrerlo, pensé que ya era demasiado tarde, tenia unas heridas muy profundas en su brazo. Me acerque a su pecho, por suerte su corazón latía.
Pensé que seria ahora de nosotros, que nos esperaría en el tercer día.
