Oda al Televisor.
¡Oh, televisor!
Siempre presente invasor, portador de los valores del mundo. Intruso que me enseñas otra manera de vivir. A sabiendas te enciendo y pongo en peligro mi alma.
Me quitas el tiempo que dedicaría a Dios. Me preocupas por gente que ni existe, me distraes de mi propia realidad. Mi trabajo queda sin hacer, libros buenos sin leer, Y conversaciones sin mantener.
He visto imágenes que quedan grabadas en mi mente. Violencia que ya no me afecta. Sexo explicito que me parece normal. Veo a gente haciendo el amor que me despierta apetitos insaciables. Quiero sentir lo que sienten ellos.
Las luces me impresionan, los cambios rápidos de imágenes me deslumbran, estoy fascinada, encantada, embobada, excitada y transportada.
Me has abierto el apetito para la aventura loca, la pasión, lo increíble, lo dramático, el morbo y lo macabro. En tu pantalla veo gente desnuda, anunciando perfumes, jabones y aspirinas. Me encantan los vestidos llamativos, transparentes y extravagantes. Los pelos de colores y las uñas largas.
Quiero ser guapa como las top models de pelo espeso y luminoso, con piernas esbeltas y seductor. Gastare lo que tenga y lo que no tenga por comprar lo que anuncias: moda, cosméticos, bebidas, música, o alta tecnología.
Quiero moverme con la gente; quiero vivir al día. Necesito un coche grande y potente. Para ir a toda velocidad a la diversión y a la aventura, sin frenos ni control.
Ya que he visto estas cosas no puedo prescindir de ellas. La vida no es nada sin el placer que me proporcionas. Tú llenas mis días, me consuelas en la angustia. Me distraes del aburrimiento y me haces compañía.
Me someto absoluta e irrevocablemente a tu ojo que todo lo transmite y todo lo ilumina. Soy tu humilde sierva, para hacer tu voluntad.
Ojo amig@, hay cosas que parecen buenas, pero su fin es muerte. debemos analizar lo que dejamos entrar en nuestra alma, y desear el llenarnos de la dulce presencia de Dios. Un saludo
