El poder del caminar
dejando atrás el dolor, la pesadez del ruido,
sin dejar ninguna palabra atrás.
Sentarte delante del mar y poder escuchar el silencio, poder escuchar tu propia respiración.
Sentirte tan pequeña como una gota de lluvia
que te recorre la cara,
pero a la vez tan grande por ser la única que puede sentir algo tan fuerte.
Exquisita naturaleza.