Con los ojos vendados y las heridas sangrantes,
Reinicio el camino con pasos tambaleantes,
Los olvidos giran y juegan a mis espaldas
Y el horizonte declina bajo mis pasos cansados.
Mi Alma parpadea perdida y ya sin fuerzas,
Sofocada por desdenes de palabras arrogantes.
El tiempo ignora sueños ya inactivos y lejanos
Y el puño decidido hiere con pinceles de acero.
Lágrimas emigrantes albergan decepciones
Y mis sueños cabizbajos deambulan perdidos.
La indiferencia agrieta mi corazón malherido
Y decido refugiarme a la sombra de mis letras.
Mi Alma parpadea perdida y ya sin fuerzas,
Sofocada por desdenes de palabras arrogantes.
El tiempo ignora sueños ya inactivos y lejanos
Y el puño decidido hiere con pinceles de acero.
Que mejor refugio que las letras. Ellas son compañeras hasta el final aunque a veces se vayan a pasear solas sin nosotros, ellas siempre vuelven.
Mi Alma parpadea perdida y ya sin fuerzas,
Sofocada por desdenes de palabras arrogantes.
El tiempo ignora sueños ya inactivos y lejanos
Y el puño decidido hiere con pinceles de acero.
Hola Lis, muchas veces nos hemos sentido parte de esas letras quizás de forma secundaria o protagonista y es lo que nos hace enamorarnos más de la poesía, cuanta realidad y también sueños abrazados en cada línea, y allí asoman las alegrías y sinsabores como experiencia y es lo que nos hace construir y compartir.
Un abrazo grande
Pame.
Así es Sergio, a veces nos esquivan y ahí varamos por un tiempo, lo bueno es que siempre vuelven y por ello seguimos aquí compartiendo.
Gracias amigo gatuno, siempre encantada que vengas a mi refugio.
Un abrazo y cariños mil
Pame.
No podías haber encontrado otra sombra mejor, Pame. Yo te ofrezco además la mía por si la necesitas.
Yo también vengo buscando el consuelo de las letras.
No se si hay alguien en tu vida que haga poesía sobre tu cuerpo, si no lo hay, los hombre de tu entorno comente un sacrilegio, creo que has nacido para ser amada, veo tu alma como un todo maravilloso.
Un beso, un sincero beso de alguien que te aprecia y te quiere.