Hoy ya no soy el de ayer
ni perduraré hasta mañana.
No esperaré a quejarme
de lo que el futuro me depara
quieto en un cruce de caminos
esperando, me lluevan llamas.
Cada segundo que pasa
no nos acerca al destino,
sino que llena más nuestra alma
con mejor o peor tino.
Cada metro que andas
te hace sentir más vivo
y aunque ya peines canas
no te sientes a la sombra de un pino.
Hoy ya no eres el de ayer
y sé que no estarás mañana
mas tu ilusión y mi empeño
conseguirán ascender montañas.
Quedarán surcos labrados
con frustraciones y hazañas
mas ni un instante perdido
en lamentar quimeras pasadas.
Alegre viento nos da la bienvenida
fría señora, espera en la última parada.
En medio, un sinfín de instantáneas
una a una en la retina tatuadas,
que guardan lágrimas y sonrisas
que conforman una vida alcanzada.
Habrá soledad y desesperanza
seguramente tempestades no deseadas
mas al final lo que no se consiguió ayer
quién dice que no lo vivas mañana.
Quierete cada día
y no seas para ti,alma extraña.
Enhorabuena!!, magnífico tu texto, aplausos!!!.
Un saludo muy muy cordial.