Ocurrente
es el destino;
como un amor,
como un;
conocido... camino.
Simpaticos
son los duendes,
cuando aparecen
y entre suenos
felizmente
se rien,
como si fueran
duendes de la suerte,
como si fueran
el entusiasmo
de un nino.
Y entre parentesis
el despertar se siente,
como si de tu mundo...
todo el amor
fuera mio.
Y tú, tú si que eres ocurrente. Abrazos