Los hielo perpetuos se derriten en mis manos,
que solo piensan en ti.
mientras mi mente baila con la inconciencia
y destila recuerdos lejanos de Oz.
la risa plateada (al tiempo) ya juega con la musica
siguiendo el ritmo tus huellas dactilares,
grabadas por la memoria.
la inocencia sentada en un rincon
anhela ser invitada a la juerga;
ignorada por los presentes y su insierto futuro.