Donde estaré, cuando ya no esté quebrada, cuando cese este silencio que me degrada.
A donde iré cuando ya no pueda caminar, cuando estos pies dejen de guiarme en dirección contraria.
A donde volveré, si las huellas del camino me conducen al eterno retorno.
A donde caeré, si el abismo que habita en mi interior ya no tiene fondo.
A donde huiré, cuando estás piernas cansadas de andar dejen de seguirme.
Donde moriré, si ya la vida me abraza desde el alma para herirme.