Yo que acepté no ser hogar
Ni horizonte para nadie
Que decidí que mi corazón
Sería un mosaico desgastado
Que creí que el amor
Solo encerraba tristeza en el costado
Y que la huida
Apaciguaría mi existencia
Que acepté que la vida
Me abrazara desde el alma
Para herirme
Que creí que el amor
Derivaba en dolor
Para decirme
Que necesitaba sentir
Todo ese dolor
Esa tristeza
Ese llanto
Que se mezclaba
Con espuma de cerveza
Y olor a tabaco
Que sería necesario
Para poder valorar, hoy
Seguir viva
Y conocer a esa persona
Capaz de penetrar en mi interior
De conocer mis demonios y mis miedos
Sin después querer utilizarlos
Para romperme
Y desangrarme
De nuevo
Esa persona
Que simplemente beso mis cicatrices
Y me dio consuelo.
Un aplauso para tu texto y para la persona que te ayudó, es verdad que hoy en día todo es malo, pero espero que también haya seres como el que tu describes, tan bueno.
Saludos cordiales Cuervoblanco.