Puedo autorizar a mis instintos,
a que te deseen con locura,
aunque cauta advierta la razón,
que demoraré en amanecer en tu cama.
Puedo sembrar un semillero de caricias,
para que germinen en tu cuerpo,
y regarlas con mis besos,
para que tu piel florezca en deseos.
Puedo hacer que en varios quinquenios,
nuestro amor sea cantado por vardos,
pero solo si sigues a mi lado,
valdrá la pena escucharlos.
Puedo forjar oportunidades con ingenio,
para aún en la distancia vernos,
burlar por mis ganas al Cerbero,
que cuida el mismísimo infierno.
Puedo si te tengo en mi cama,
adelantar la primavera para enero,
tomar dos pasajes y sin avión,
llevarnos a conocer el cielo.
Puedo lograr que el ruiseñor no cante,
para que tu silencio sea el más bello sonido,
Puedo hacer prácticamente cualquier cosa,
excepto vivir sin estar contigo.
Un poema tierno y apasionado a la vez. Muy bonito, Dairo.
Un abrazo grande.