Dicen que cuando una puerta se cierra otra se abre. ¿Y qué mejor cura para una alma en pena?
Al principio me sentía bien. Me sentaba espectacular, sentía como olvidaba mis penas. Estábamos poco tiempo juntos, claro esta, no necesitaba tanto de tí. Al tiempo descubrí que jamás me había sentido mejor, estaba cómoda a tu lado, eras todo lo que siempre necesité.
Pasó el tiempo y empecé a estar contigo más a menudo. Y cada vez te necesitaba más. Y más. Y más, te necesitaba todos los días, todo mí tiempo necesitaba que fuera contigo.
No tengo hambre.
No tengo sueño.
A veces siento que me ahogo.
Tengo cambios de humor.
No quiero comer, no quiero dormir, no necesito nada de eso.
Eres el aire que respiro, mi horizonte, no puedo ver mas allá de ti.
Te necesito, ¡Bendita cocaína!
Esto no es literatura, ni poesía, ni nada parecido a arte. Esto es adicción a una sustancia que mata. En españa la apología de la droga esta castigada penalmente. Es una pena la verdad...