Haciendo sonar su guitarra, mi mente se me iba
Se iba a los mundos que sus cuerdas trazaban, las situaciones que componían, la belleza que creaban. Las notas fluían por el aire con la facilidad que lo hacía en mis entrañas, guiadas por el calor de la persona que las creaba. Y mi pecho ardía, mi corazón latía, una bandada de mariposas revoloteaban en mi estomago
y mi alma se moría. Porque la quería, amaba la melodía que sonaba, la voz que la acompañaba
y la dueña de sus sueños, a la dueña de aquellos versos
Me arrebata la vida verla y no tenerla, mi ser se ahogaba en el río de sus cabellos, se ahogaba en el mar de sus ojos, negros como el mar en la noche, relucientes cual luna llena bailando con el rumbo de las olas, olas que van a dar a la orilla de mis sentimientos
Me cautiva, me hechiza
Por lo que más quieras, mírame. El corazón ya no me late, las mariposas ya no revolotean, mi alma se acaba yendo
Porque te buscan, porque quieren estar contigo. Y cantarte al oído: te quiero.
Fdo. Daniel Mejias Bernabe
Bien, Danifitipaldi. La música es siempre una buena compañera pa' liberar los sentimientos.
¡Que tengas un año lleno de musicales palabras!