TusTextos

Sos

Por las noches oigo voces. He oído que si parpadeas treinta y seis veces, estas desaparecen. Cuando voy hacia mi habitación por la noche cuento los pasos, pero al llegar a la cama me doy cuenta de que no llevo calcetines y vuelvo a la casilla de salida para repetir la operación. Ha habido veces en las que lo he hecho bien a la primera y me he felicitado. No leo antes de irme a dormir porque no veo bien los signos de puntuación y me ahogo. Cuando llego al final de la página, salgo a la superficie y doy una tremenda bocanada de aire. Luego me doy cuenta de que no sé nadar y corro. El otro día creí que me había dejado la puerta de la calle abierta y fui a la cocina a cerrar la de la terraza. Ya sabía yo que me había dejado algún el grifo abierto.

Por fin vuelvo a la cama y esta vez he dado ocho pasos. Con calcetines. Lo celebro metiendo las manos por debajo de la almohada. He llegado a tocarme los pies haciendo eso y siempre termino con dolor de garganta. Hoy estoy demasiado cansada porque no he hecho nada en todo el día. Esta mañana he visto que el pasillo era más estrecho de lo normal y le he preguntado a Tres cómo podría ensancharlo. Pero no ha querido salir del armario y sigo sin saber qué hacer.

Mañana intentaré hacer más cosas si consigo salir de casa. Por el pasillo ya casi no quepo, pero las paredes blancas parecen querer abrazarme y eso me gusta. Si paso rápido podré asomarme a la ventana del salón para ver si el color de la fachada de enfrente ha cambiado. Si no me doy prisa en atravesarlo me aplastarán. Tres se ríe ante la posibilidad de esta segunda opción.


¿La fachada es roja o no lo he conseguido?
Daphne06 de abril de 2017

Más de Daphne

Chat