- ¿Qué sucede? ....
- Se me cayó una caricia de las manos, encontró el esplendor en la fusión natural de los hombres.
- Un éxtasis capaz de absorber completamente tus sentidos.
- No lo sé, son sólo momentos.
- ¿De qué dudas? Una secuencia de momentos cuentan una historia.
- No hay historia.
- Eso intentas creer, pero hay un principio, hay una serie de momentos, el relato comienza.
- Estoy lejos de empezar, y así me encontraré más lejos aún del final.
- Entonces juegas a perder.
- ¿Por qué? No es un juego, y si lo fuera, entonces es cierto, no quiero perder.
- Porque el miedo no te deja asumir lo que hay en vos. Sabes, en un juego pueden ganar dos.
- Me iré lejos para no caer. No importa si no encuentro motivos para huir.
- ¿Y si olvida, si te olvida?
- Quizás ahí despertaré.
- ¿Y qué harás si abriendo los ojos te das cuenta que te haz equivocado?
- Refugiarme en la esperanza.
- Sin las acciones, la esperanza es un mero consuelo de los que no intentan.
Si es tarde serás la imagen gris de un pensamiento adormecido, la delicada línea entre lo que pudo y no fue; o si estás a tiempo serás el canto dulce de una sirena que regresa.
Quizás el tiempo sea buen postor, un humilde creador de ilusiones, o bien, un tirano, un barrendero de promesas vanas, inconcretas. Mañana podría ser tarde.
- ¿Qué hago entonces?
- Tal vez CREER en lo inevitable. Sentir sólo sentir....
