Una chica como tú. Una chica que con ojitos entornados me mira sonriendo, fingiendo estar entendiendo la broma. Una chica que se baja la manga para esconder cómo se le eriza el vello con la canción que había jurado que no le iba a gustar. Una chica que sabe llorar de alegría y reír de memoria. Que se rinde después de haber dicho esta noche no. Que me abraza por la espalda, me besa en el cuello y me dice deja eso para después.
Una chica como tú, que me chincha cuando gana, y me lo recuerda y lo celebra durante días. Que me exige el pago de un beso a cambio de lo que le haya pedido. Una chica como tú, que acelere el ritmo de la conversación para que no me de cuenta de que se ha equivocado. Que siga hablando y que me pegue mientras lo hace porque la sonrisa asoma ya por mis labios.
Una chica como tú, que se esconde para asustarme, cuando hace rato que la he visto esconderse. Que da la vuelta a la tortilla para que parezca que hace por mí, algo que está deseando hacer. Que me pide que le lea. Que me quiere más que yo. Que se olvida de una fecha, pero no de comprarme colores. Que acaba una discusión con un beso, más dulce aún si llevaba yo razón. Un beso en vez de un lo siento. Me vale.
Que disfruta mirándome en una multitud, mientras yo no la he visto aún. Que es consciente del poder de sus pasos. Que me hace reír aun cuando no quiero hacerlo.
Sólo una chica como tú, sabe lo difícil que es, seguir a día de hoy, sin una chica como tú.
