Vamos Con Todo
- ¿Qué crees que hiciste mal? Pregunta manteniendo las distancias. Sus ojos azules están apagados, como si algo les hubiese arrancado su fuerza, su brillo, su magia.
- ¿Sinceramente? Todo. Absolutamente todo. Pero no creo que ponernos a analizar cada uno de mis errores vaya a devolvernos lo perdido. ¿Quieres intentarlo? Pregunto con el corazón en un puño.
- No sé si va a funcionar. Dice tan triste que la temperatura de la habitación desciende varios grados.
- Mira, yo tengo todo por ganar y nada que perder. Lo pongo todo sobre la mesa, un puto all in a nuestras posibilidades. Decide si quieres jugar esta mano o pasar. Pero sea lo que sea, decídete ya.
Y fue con todo.
No sé si nos vamos a arruinar, pero mientras dure la partida, te juro que nadie me va a robar la sonrisa.