Cuantas veces se habría planteado Elena en este último año que la culpa de todo la tenía ese fatídico día que decidió que era buena idea hacer un conjuro en contra de aquella desgraciada.
Siempre había sido una persona buena, siempre había intentado ayudar a sus compañeros de trabajo independientemente de cómo se comportaran con ella, nunca, jamás se le había ocurrido perjudicar a nadie, jamás en su vida.
Recuerda aquel día con total amargura creyendo firmemente que fue el inicio de su fatalidad.
Aquella criatura infame llevaba tiempo haciendo de su vida un infierno, la clásica niñita guapina que con sus formas aniñadas y sus comentarios siempre sin ninguna intención dejaba caer alguna malintencionada idea sobre alguien, y ese alguien siempre era ella, ¡qué casualidad!, ….. un ser despreciable del que muchos de nosotros hemos sufrido ataques, trepa que vendería a su madre si fuera necesario para hacerse la mano derecha del superior que estuviera dispuesto a escuchar sus tontas ironías,….. antes de entrar en esta empresa ya estuvo en otras tres, en la última y después de varios años dejaron al descubierto sus artimañas y le costó el prestigio y la calle, y vaya mala suerte ir a dar con sus huesos en esta empresa, donde Elena llevaba más de 20 años trabajándose el puesto con mucho esfuerzo, ya que es una de esas personas que no suelen caer demasiado simpática, Elena es una persona seria, que no le gustan los comentarios, que solamente trabaja y que intenta que su trabajo sea correcto, no le gustan los corrillos, y jamás hizo la pelota a nadie, de igual manera que jamás puso una zancadilla, también es cierto que si alguien no era de su agrado se lo dejaba muy…. muy clarito, no se escondía y carecía de toda política.
Craso error, cuando se encontró de cara con la dichosa Susana, ladina esta y curtida en malas artimañas, rápidamente fue superior en la lucha intestina por un puesto de trabajo.
En menos de dos años Susana, pelirroja, más bien bajita y maliciosa supo hacerse con la simpatía de uno de los 3 superiores de la empresa, hombre soltero 20 años mayor que ella que de alguna forma la adoptó, viendo en ella un ser desvalido al que había que ayudar, los hombres tienen un problema, o te quieren pasar por la piedra o quieren ser tus protectores, es su naturaleza, si te encuentras en el resto de los grupos en automático eres discriminada, su ego no tiene de que alimentarse.
Elena estaba muy cansada de los manejos de Susana, ¿Cómo hacia para que ninguno se diera cuenta?, como era capaz de esconder documentación, retrasar la salida de documentos que implicaban un error en Elena, y estaba desesperada, todo la salía mal, con la ayuda de su compañera obviamente. Un día,… en algún sitio…. Elena leyó de un caso curioso ocurrido en un pueblo pequeño, querían una escultura especial para una de las placillas del pueblo y le encargaron a un escultor, artista no demasiado conocido y barato algo especial para coronar la fuente.
Les entregó una piedra en forma de menhir, en el que había tallado frases, palabras, todas negativas… mala suerte,…. Odio, ….. envidia, …. asesinato, ….. indecencia, ….. guerra, ….. etc. etc. Toda la piedra llena de maldad fue puesta en la plaza, en el centro, en el centro de la fuente….. Los vecinos protestaron, pero el cabildo ya había pagado y era más el trastorno de devolver la escultura, todo quedaría como una anécdota, y en un poco de tiempo los ánimos se irían templando y agotando las quejas…… A partir de aquel día el pueblo fue maldito, no hubo cosechas, los animales o enfermaban o morían o no tenían descendencia, una serie de calamidades poco a poco fue llenando el pueblo hasta el punto de que sus habitantes pensaron que de alguna forma el demonio se había establecido en sus calles, tendrían que emigrar si querían sobrevivir.
Elena pensó que si hacía algo parecido a Susana podría deshacerse de ella, en un papel escribió tantas frases negativas como fue capaz de recordar, palabras oscuras, insultos y malos deseos tantos que pareció una hoja negra en vez de blanca, la dobló se dirigió al vestuario de mujeres y pegó la maldita hoja en los bajos de la taquilla de su enemiga.
Todo esto ocurrió hace unos tres años.
Y la vida transcurrió exactamente igual hasta hace un año aproximadamente.
Elena hace un año llegó al trabajo como venía haciendo los últimos 20, y no había transcurrido ni una hora de su entrada al trabajo cuando ya sabía que la habían despedido.
¡Despedida! No, era imposible, llevaba más de 20 años de actuación impecable……. Era la más antigua,……. Se había dejado la piel en la empresa…… tenía más de 50 años, ya nadie la volvería a contratar, lloró, rogó y se desesperó…. en vano.
Todavía un año después de aquel momento llora de rabia, encima las artimañas de los abogados de la empresa habían hecho que fuera bien poco el dinero recibido, y no hubo forma de defensa alguna.
Que engaño había sufrido, que decepción, todo fueron buenas y vanas palabras de despedida, e inclusive algunas personas que por motivos personales hubieran de estarle agradecidos simplemente la dieron la espalda. Su vida arruinada en una hora……
Ya no podía seguir pagando el piso…… ha tenido que vender su coche, no puede mantenerlo….
Está empezando a vender las joyas que durante toda la vida ha ido comprando o le han ido regalando, su marido, sus padres ya fallecidos, su hija…..
En el último año la convivencia con su marido ha dejado de existir, siguen juntos, pero Elena no quiere compañía de nadie, no se encuentra arropada por un marido que no ve ningún problema en ningún sitio, el también está sin trabajo, pero no le preocupa, es de las personas que piensan que si algo no tiene solución no se va a preocupar y no va a luchar contra corriente, simplemente sigue haciendo su vida….. y ahora…. Acaba de llamarla su hija….. la ha abandonado su marido, la ha dejado tirada, llena de deudas, menos mal que no tienen hijos,…..
Estaba cantado, se veía venir, pero su hija hizo siempre oídos sordos…..
Ya no queda dinero para casi nada….. y encima hay que ayudar a la hija a pagar un piso imposible…..
Maldito el día que se le ocurrió aquella maldición, por lo que sabe a Susana la vida le sonríe en la misma medida en que la suya se le hunde, se derrumba…….
Y Elena no duda en pensar….. es todo culpa mía….. por una vez en la vida que le desee el mal a una persona…. Ese mal se ha vuelto totalmente en mi contra…….
Es todo mi culpa……… no para de pensar mientras mira por el balcón de su casa, una casa que no puede pagar y que tiene que abandonar….. y no le queda dinero para ayudar a su hija…. Y no tiene ánimos para seguir….. y mira por ese balcón ….. a más de 15 metros de altura….. mira al vacío, …. Es mi culpa….. maldito día, maldita la hora…… va llorando ….. mientras ve como se acerca la acera de la calle.
Tendemos a culparnos siempre de todo, ese es el problema. Lo has reflejado muy bien, me has dejado con el cuerpo temblando