Un mar embravecido,
Guiado por la tormenta,
Sacude un barco pesquero,
Tiene que dejar la faena.

Las redes se desprendieron,
Jirones quedaron echas,
Mientras que la espuma del agua,
Toda la cubierta riega.

Luchan los marinos,
Se rompen con la tormenta,
Perder el barco no quieren,
Ni su vida en esta guerra.

Que son guerras bravías,
Siempre al límite las fuerzas,
Siendo siempre el enemigo,
En la mar las tormentas.

Que pequeños los barcos,
Insignificantes los hombres,
Bravos son los marinos,
Que allí dejan su nombre.

La mar, todos lo dicen,
Es así, traicionera,
Siempre hay que respetarla,
Pero más hay que temerla.

Que vida la del marino,
Cuantas voces allí se quedan,
Cuantas lágrimas en el puerto,
Cuantos barcos que no llegan.

Seguir AutorRecomendar Texto Agregar a Favoritos

4 Comentarios

• 

  Beth

  Tienes tanta razón, Didina. En una ciudad en la que he vivido muchos años y que por más que la ame nunca volveré, hicieron una estatua a la compañera del marino, oteando el horizonte, viendo si su amado regresa

  07/07/12 11:07

• 

  Elmalevolico

  Sabes? Dentro de poco me tendré que enfrentar a un mar así, será todo o nada, pero no quiero partir con miedo, porque si pienso en no regresar, jamás saldré de aquí y quedarme tampoco es opción. Antes de partir pasaré a despedirme y te aseguro que si por alguna razón no regreso a esta página, habré muerto en el intento sí, pero en paz con esa inmensa marea que me absorbió en sus aguas. Saludos y felicidades por el poema!!!

  08/07/12 12:07

• 

  Creatividad

  Muy bueno otra avez. Besos.

  08/07/12 02:07

• 

  Buitrago

  Letra a letra, encantado de leerte
  Saludos
  
  Antonio

  08/07/12 02:07