Beth
A los hijos se les quiere ya desde que son eso, un sueño, un proyecto. Y cuando les vemos nos parece mentira que sean verdad. Por suerte los llantos nocturnos nos ayudan a darnos cuenta de que si, son de carne y hueso, y reclaman exigentes comida, cariño y cuidados. Una preciosidad de textos. Besos, a repartir con esa niña también
11/07/12 12:07