Quizás deba olvidar palabras dichas,
maldecidas de labios que duelen,
que albergan silencios inolvidables,
sobre un olvido clavado en mi cien.
Dilemas ocultos en tiempos que no callan,
ojos de noches ingenuas y desnudas,
momentos sujetos a un espacio sin fin,
suspiros que se hacen mudos y lejanos.
Desde las orillas de mi cuerpo inútil,
una inocencia huérfana yace sin voz,
la osadía anida en lo profundo de mi ser,
soñando con una futíl y arrogante brevedad.
Sumergido en un torrente de venas rojas ,
late mi sangre sobre estas oscuras letras,
inmersas en un agotador y nefasto olvido,
ocultos entre los abismos del alma.
En la oscuridad del abismo flotan errantes palabras hirientes y momentos para el olvido, pero también es cierto que en su inmensidad, brilla esa oculta serenidad del alma con la que salir con fuerza de él.
Tristeza en tus versos que no por ella dejan de ser bellos.
Un saludo cordial.