Allí estaba, veloz como un fantasma, atravesando la extensa llanura gris, lúgubre, densa como niebla embrujada, más allá de la noche.

Los dioses ya la habían visto, con un soplo veloz como estrella fugaz, se la llevaron a su destino presuroso, sin el más mínimo esfuerzo.

Era inevitable aquel infortunio final, un grito alado y desgarrador se apagó tras un silencio profundo, un abismo hundido en el tiempo se la llevo para siempre; aquella pena perdida, había terminado su tormento.

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7 Comentarios

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  Lasombra

  Hola Diegozami, tiene musicalidad tu texto lo he leído varías veces y me resulta armónico y triste, me gusta!

  09/02/18 07:02

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  Diegozami

  Hola, Lasombra, quedo muy agradecido por tu aporte. Te envió un saludo muy cordial.

  09/02/18 12:02

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  Diegozami

  Hola, Lasombra, quedo muy agradecido por tu aporte. Te envió un saludo muy cordial.

  09/02/18 12:02

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  Polaris

  Negro, uno puede ver la oscuridad. Tiene ese gusto del antaño. Me gusto leerte.
  
  Un abrazo.
  
  Pol.

  10/02/18 01:02

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  Diegozami

  Pol, un placer conocerte, he leído tu poemas y me extasiaron muchos de ellos...amo la poesía. Me place tu comentario. Te envió también un abrazo.

  10/02/18 03:02

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  Remi

  Triste, precioso y mágico, un abrazo Diego.

  10/02/18 07:02

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  Diegozami

  Gracias muchas Remi.
  Saludos.

  10/02/18 07:02